"Consumir menos, vivir mejor" es el título del libro de Toni Lodeiro que, página a página, cuestiona cada gesto de nuestra vida, buscándole una alternativa sostenible, con la menor huella posible.
Acompañado de críticas a grandes empresas (Nestle, Cocacola, Repsol...) de profundas reflexiones sobre la crisis de un sistema empecinado en crecer donde los recursos son limitados, de estudios que certifican la toxicidad de la gran mayoría de productos que usamos (comida, aseo, textiles...), y de un inmenso etc...
Echen un ojillo a la introducción, y ya querrán leerlo enterito. Aqui os dejo un fragmento del capítulo I de la primera parte:
Votos
en las urnas, votos en la tienda
Podemos comprar
un televisor de la marca Samsung, que «fabrica también
vehículos de combate, sistemas de guía de misiles, aviones de guerra y otros
equipamientos militares».5 O un yogur que «ha
podido viajar 9.000 kilómetros antes de llegar al estante».6 Mientras que numerosas empresas que se
lanzan a iniciativas loables como producir alimentos ecológicamente, instalar
energías renovables... cierran porque no venden lo suficiente para poder sobrevivir.
Claro que muchas veces, por falta de información, no podemos ser conscientes de
los procesos que implica nuestro consumo. Otras veces no conocemos o no tenemos
a mano alternativas. Pero en muchos otros casos, y éstos son los interesantes,
simplemente seguimos haciendo “lo normal” porque nos falta costumbre de hacer
lo diferente.
O quizás porque
no le damos suficiente importancia.
Y, aunque nunca
votaríamos a partidos que promoviesen políticas de explotación infantil, o
destrucción medioambiental, apoyamos y financiamos con nuestras compras prácticas
contrarias a nuestros valores. La compra es una forma de participar, de opinar.
Igual que cuando hay elecciones optamos entre los programas de los diferentes partidos
apoyando al que más nos convence, cuando compramos optamos entre los valores de
las diferentes empresas “financiando” con nuestra compra su actividad.
Un eslógan de
los primeros números de la revista Opcions resumía
muy bien lo anteriormente expuesto:
LOS VOTOS EN LAS TIENDAS SON MÁS INFLUYENTES QUE
LOS
VOTOS EN LAS URNAS. CADA
COMPRA, UN VOTO.
Entonces,
esto del cambio personal, ¿sirve para cambiar el mundo?
Del izquierdismo a la meditación...
La tradición “de
izquierdas”7 cree en la movilización y la
reivindicación, y en buscar una revolución social que sitúe en el poder a
buenos dirigentes que promuevan un reparto más justo de las riquezas, el
cuidado del medio...
Y no les falta
razón a quienes así piensan, pues ya sabemos que a menudo un poco de voluntad
política desde el poder hace infinitamente más que muchísimos esfuerzos particulares...
Y gracias a habernos unido y movilizado para exigir mejoras sociales hoy
disfrutamos de un cierto reparto de la riqueza –con los impuestos progresivos–,
sanidad y educación públicas, derechos laborales, prestaciones sociales...
En el otro
extremo están las corrientes “espirituales”, de “salud alternativa”...8 Religiones (cristianismo), filosofías orientalistas
(budismo), “jipismo”, naturismo, corrientes de psicoterapia... opinan que lo
que realmente hace falta son muchos cambios personales de conciencia y de obra,
y que la suma de muchos de estos cambios reales y profundos dará como resultado
un gran cambio social. «Si tú cambias, el mundo cambia», dicen. La revolución
buscada es la interior. Y tampoco les falta razón cuando acusan a los cambios
«desde arriba» de no funcionar, de dar lugar a regímenes autoritarios porque
han cambiado las leyes y no las personas...
Descárgatelo gratuitamente, y totalmente legal.
También disponible en papel.
Enhorabuena, Toni, por haber escrito "la biblia" del consumo responsable.
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